Esta nueva semana era un nuevo reto pra mí, ya que daba mi primera clase en un colegio. Cuando mis compañeros de prácticas y yo llegamos el lunes al centro, teníamos una charla sobre la Protección del Menor, aspecto que tiene muy en cuenta el centro.
La protección del menor trata sobre qué debemos hacer cuando vemos situaciones de bullying en el centro o situaciones en las que hay un niño que no está integrado con el resto de compañeros, entre otras cosas.
Nos resultó interesatnte, ya que es un tópico que está ne pleno auge en los centros.
Seguidamente, fuimos a cada una de nuestras aulas a empezar el día y la semana con energía. Pasaron los días y yo ya me había preparado mi clase para darla con los chicos y chicas. Estaba muy nerviosa porque no sabía si iba a hacerlo bien y sobre todo la incertidumbre de no saber si iban a llegar mis conocimientos a los alumnos. Lo importante es que lo hice con la mayor energía que tenía y con muchas ganas.
Una vez que terminé esa sesión, la tutora me dijo que lo había hecho muy bien y me dió ánimos para seguir disfrutando de esta profesión tan bonita. Así, cada día que pasaba cogía con más ganas el dar clase y así fue. Cada día me iba animando a cosas como por ejemplo, seguir la lectura, dictar palabras...
Comentarios
Publicar un comentario